Máscara LED InLabMed
La exposición de colores, con sus diferentes longitudes de onda mejora la elasticidad e hidratación de la piel, además de producir efectos reafirmantes.
Máscara de LED La máscara LED (diodo emisor de luz) se apoya en una tecnología desarrollada por las investigaciones de la NASA. Utiliza diferentes longitudes de onda de los colores LED para rejuvenecer la piel. La exposición de colores, con sus diferentes longitudes de onda mejora la elasticidad e hidratación de la piel, además de producir efectos reafirmantes. Produce una sensación muy agradable y relajante. 7 colores de luz Dependiendo del tipo de luz elegida se usan distintos tratamientos. Roja: producción de colágeno y reducción de poros. Azul: disminuye la actividad bacteriana y tiene un efecto calmante en pieles irritadas o sensibles. Verde: nutre la piel y tiene un efecto unificador y blanqueador que mejora la capacidad de regeneración. Amarilla: oxigena los tejidos, descompone los pigmentos y mejora la circulación. Violeta: combina los beneficios de la luz roja y azul. Azul clara: mejora el metabolismo de la piel. Blanca: antiarrugas profundo y atenuador de las líneas de expresión. ¿Cómo funciona el LED en estética? Los fotones que produce la máscara de LED penetran en la piel y estimulan la producción de ATP trifosfato de adenosina (adenosín trifosfato) el principal encargado de la producción de energía celular. La estimulación energética que produce la luz LED en la piel incrementa la producción del colágeno en las capas profundas de la piel con lo que se producen efectos rejuvenecedores. Promueve la circulación sanguínea local, trata el acné, reduce las bacterias, y acelera asombrosamente la recuperación de la piel ante cualquier tipo de agresión. El tratamiento con máscara de LED para estética es completamente seguro y libre de contraindicaciones y molestias para la mayoría de personas. Está libre de rayos UVA o de otras radiaciones que puedan causar efectos nocivos. Es aconsejable proteger la piel con cremas con protección solar después del tratamiento y no tomar el sol hasta después de 24 ó 48 horas. Se puede desaconsejar por motivos de seguridad en niños, enfermos de cáncer o en embarazadas. Lo cual es lo común en las políticas preventivas para cualquier tratamiento con aparatología estética.